Croquetas (SG, SL, SH, SinPLV, FODMAP)

¡Os prometí la receta de mis croquetas… y aquí la tenéis!

Lo primero que me gustaría decir es que siempre las hago a ojo…es decir no mido nada de nada para hacerlas…siempre salen diferentes, pero siempre igual de buenas. La cocina es mucha parte de «ciencia» pero otra parte muy importante es saber improvisar e idear sobre la marcha y esa es la parte que más me gusta a mí. Así es como yo entiendo la cocina y como surgen mis recetas. Me gusta ponerme en la cocina, sacar los ingredientes que quiero usar o que tengo que usar porque llevan tiempo en la nevera y entonces me dejo llevar por mi instinto o por lo que se me ocurre en ese momento … sin básculas, ni libros, ni recetas que seguir… añadiendo ingredientes poco a poco, probándolo todo y rectificando sobre la marcha. Esa soy yo.

Con esta receta podréis hacer las croquetas de lo que más os guste. Yo las suelo hacer de pollo porque son la estrella de la casa, pero estas vacaciones también las he hecho de salmón y están suuuuuper buenas. No os esperéis las típicas croquetas bechamelosas, líquidas con trocitos diminutos de relleno… esas no son estas croquetas. Estas croquetas son contundentes, con mucho relleno y poca bechamel… ¡Así nos gustan en esta casa!

Ingredientes para la masa de las croquetas:

  • 2 cucharadas de harina de arroz
  • 2 cucharadas de almidón de maíz
  • Margarina o aceite de oliva
  • Leche vegetal de elección (almendra sin azúcar ni edulcorante, arroz, nuez…) o leche de vaca sin lactosa depende de vosotros.
  • 1/2 cucharadita de sal
  • Opcionales: pizca de canela, nuez moscada, especias de vuestra elección….

Ingredientes para el «huevo» (si podéis comer huevo usar huevo):

Proporciones a ojo, tiene que quedar una mezcla líquida y la cantidad la vamos preparando sobre la marcha según vemos que nos hace falta.

  • Almidón de maíz
  • Agua

Rebozado:

  • Pan rallado: podéis usar de dos texturas diferentes para que queden más crujientes… a mí me gusta utilizar el pan rallado clásico y el krunchy de Esguir. También podéis añadir semillas para aportar un toque crujiente.

Opciones de relleno:

Os voy a explicar cómo las hago de pollo y de salmón y las demás opciones os las dejo a vuestra imaginación 😉

  1. Pollo: tenéis varias opciones desde aprovechar la carne de hacer caldo (buenísima opción en invierno), utilizar pollo a l’ast (quedan espectaculares) o comprar pechugas de pollo y hacerlas a la plancha con especias, por ejemplo.
  2. Salmón: comprar lomos de salmón frescos y cocinarlos como queráis… yo los hago en el lekue con especias, pero los podéis hacer a la plancha también. Cocinarlos como queráis pero que os queden jugosos (no super secos). A las de salmón acordaros de añadirle sal que el salmón es un pescado tirando a dulce y la bechamel también es dulzona…  Podéis además añadirle cebollino fresco o alguna otra hierba aromática que os guste como por ejemplo el estragón.

Ahora tenemos que triturar el pollo o el salmón. A mí me gusta hacerlo a mano… con el salmón imprescindible porque así de paso controlamos que no se nos cuela ninguna espina. Con el pollo podemos hacerlo en versión lenta, pero con mejor resultado o versión rápida (queda rico igual pero la textura es diferente) o podemos combinar las dos técnicas que es lo que yo suelo hacer.

Para hacerlo a mano: vamos separando mechas de carne con los dedos (como hilos de carne). Con la pechuga veréis que esto es más fácil que con el muslo. Las partes del muslo las podemos hacer con el robot de cocina o picadora. Metemos trozos de carne de pollo y damos unos cuantos pulsos con la picadora. No tiene que quedar como una pasta… sino más bien como granulado grueso y desigual (así la textura de las croquetas mola más).

Preparación de la masa:

  1. En un cazo ponemos dos cucharadas de margarina o un chorrito generoso de aceite oliva. Podemos poner un poco y luego añadir si vemos que falta. Poner a fuego lento. Cuando se haya derretido la margarina, añadimos las harinas y la sal y removemos todo el rato para que no se pegue y para que toda la harina se impregne (no tiene que estar bañada) solo un pelín húmeda por el aceite/margarina y la tostamos un poco para que no sepa a crudo.
  2. Añadir la leche a temperatura ambiente. Ir añadiéndola poco a poco sin dejar de remover vigorosamente la mezcla para que no os queden grumos. La cantidad total de leche dependerá del tamaño de vuestras cucharadas de harina…por eso no pongo cantidad. Pero serán entre 100 y 200 ml aproximadamente. La mezcla os tiene que quedar densa. Textura similar a un puré de patatas denso. ¿Como evitamos los grumos si lo hacemos a mano? Pues yo siempre acabo pasándolo por la batidora…así me queda sin grumos y con una textura homogénea.

Preparación de las croquetas:

Lo más importante para conseguir la textura ideal de las croquetas y que la masa se pueda manipular bien es recordar siempre lo siguiente: «Masa sobre relleno. Nunca, relleno sobre masa». ¿Esto que quiere decir? Pues que con una misma preparación de masa podemos hacer croquetas de varios tipos diferentes, y la cantidad dependerá de la cantidad de relleno que tengamos preparado… cada día puede ser diferente. Podemos hacer unas pocas un día y otras pocas al día siguiente por ejemplo… o utilizar la masa que sobre para hacer canelones. Si le añadimos más leche tendremos una salsa bechamel para aprovechar en otros platos.

  1. En un bol poner el relleno e ir echando cucharadas de masa y removiendo hasta que tengamos una textura pastosa pero manipulable con las manos. Es mejor ir poco a poco y asegurarnos de la textura porque si nos queda muy líquida será casi imposible manipularla y tendríamos que rectificar añadiendo más relleno… y sino tenemos en el momento… se complica un poco… jajjaja! Si os pasa, que no cunda el pánico… podemos dejarlo así en la nevera y al día siguiente añadirle más pollo…lo único que pasará es que tendremos más croquetas… jajaja!
  2. La mezcla de masa y relleno la tenemos que manipular en frío. La dejamos reposar un rato en nevera o toda la noche según cuando las empecemos a preparar.
  3. Vamos cogiendo porciones de la mezcla y damos forma con las manos con los mínimos movimientos posibles (tampoco es plastilina). Si nos cuesta un poco manejar la masa puede ayudarnos tener las manos húmedas o enharinadas (las dos opciones funcionan bien, aunque a mí me gusta más húmedas).
  4. Ahora pasamos las croquetas por la mezcla de almidón de maíz y agua (o huevo si podéis) y seguidamente por el pan rallado con movimientos rápidos para que reboce por todas partes igual. Podemos repetir este paso otra vez más una vez secas para un extra de crujiente (a veces lo hago… a veces no.… depende de las ganas que tengáis… pero probarlo en alguna para que veáis el efecto ;))
  5. Ahora podéis guardar las croquetas en la nevera, congelarlas o freírlas directamente para comer. Si las congeláis no hace falta que las descongeléis para freírlas, las ponéis directamente.

Fotos:

Espero que os gusten mucho y que no se os haya hecho muy larga la entrada… 🙂

Tortilla de patatas vegana (SG, SL, SH, SS, SF, V, FODMAP)

Hola!!

¿A quién no le gusta la tortilla de patatas? Bueno… la verdad es que a mí me encantan las patatas de cualquier modo….heheheh!

Desde que dejé* de comer huevo, se acabaron las tortillas…. Y como intolerante a fructosa-sorbitol tampoco puedo utilizar harina de garbanzo para hacer las tortillas veganas….así que con tantas limitaciones el hacer algo parecido a una «tortilla» se complica. He probado varios substitutos de huevo (ojo! Porque muchos son a base de harina de garbanzo…) y por lo general no me han gustado. El único que me gustó es el MyEye pero estoy sin existencias así que hay que improvisar. Lo que sí es una gran ayuda a la hora de aportar ese «sabor» a huevo es la sal negra (aunque si lo que no te gusta del huevo es precisamente su sabor….mejor olvídate de ésto 😂😂)

* Quería puntualizar que yo dejé de comer huevo porque detecte una relación directa entre ingerir huevo y síntomas. No tengo ninguna alergia alimentaria. Las alergias son temas muy serios y que no deben ser tomados a la ligera ni tampoco ir diciendo por ahí que se es alérgico a tal cosa si no lo eres…ya que se alerta de un modo desmesurado sin ser necesario. Una alergia alimentaria no es lo mismo que una intolerancia alimentaria. Los mecanismos y síntomas de una y de otra son completamente diferentes.

No os voy a explicar cómo hacer una tortilla de patatas porque creo que todos sabréis hacerla y seguro que mejor que la mía… Cómo yo soy intolerantes a fructosa y sorbitol no uso cebolla pero si podéis, os gusta u os apetece podéis usarla sin problema. 

Yo os propongo algunas variaciones por si os apetece probarla de una forma diferente. Podéis añadirle cebollino fresco para darle un poco de sabor y recordar a la cebolla que no podemos tomar… Otro ingrediente, que no es habitual en las tortillas pero que mi madre suele usar y le quedan de fábula, es el calabacín 💚 Añadir a la patata un trozo de calabacín y cocinarlos juntos (añadirlo cuando la patata esté medio cocinada porque el calabacín se hace muchi más rápido). El calabacín le aporta una jugosidad que a mí me encanta 😍 (en esta ocasión no le he puesto porque a mi medio melón no le gusta y lo detecta al vuelo 😒).

Para el «huevo» de la «tortilla» he utilizado los siguientes ingredientes:

  • 1 cucharadas sopera de harina de trigo sarraceno
  • 2 cucharadas soperas de almidón de trigo sin gluten. Podéis hacerlo con almidón de maiz…pero queda mejor con el de trigo sin gluten.
  • 1/4 cucharadita de levadura de repostería
  • Pizca de sal
  • Agua (cantidad necesaria para obtener un pelín más líquida que para creps)

    Mezclar todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y con una textura como la del creo o un poco más líquido.

    Por otro lado cocinamos la patata con o sin añadidos (calabacín, cebollino, etc..), aderezar con sal. Realizar esta parte de esa forma tradicional.

    Una vez tenemos listo el «relleno» lo sacamos de la sartén escurriendo el aceite sobrante y lo ponemos en un bol. 

    Añadimos 3/4 partes o un poco más de la mezcla que será como nuestro huevo y removemos todo bien para que se distribuya bien. Vertemos esta mezcla en una sartén caliente con un poquito de aceite (como una tortilla). 

    El resto de «huevo» que nos queda lo añadiremos en la parte superior de la tortilla para rellenar las partes que hayan quedado sin cubrir y para cuándo le demos la vuelta. 

    Consejos:

    • Cocinar a fuego no muy fuerte para que no quede crudo por dentro.
    • No le deis la vuelta hasta que no veáis que está casi cuajada completamente. Si usáis un plato un poco húmedo para dar la vuelta no se os pegara al plato 😉
    • Esta mas buena recién hecha pero, si la guardas en nevera la podéis comer al día siguiente calentando un poco al microondas.

    No es la mejor tortilla de patatas del mundo….pero en verdad no es una tortilla convencional…así que podríamos concluir que para alérgicos al huevo, intolerantes al huevo, veganos e intolerantes a fructosa-sorbitol ésta será, probablemente, una de las mejores NO-TORTILLA  de patatas del mundo 😁 

    Espero que os guste!

    Bizcocho con plus de proteína (SG, SL, SH, FODMAP)

    PicsArt_08-05-06.41.59

    🎆¡Vaya recetón que os traigo hoy!🎆

    ¿Todavía se os resiste el bizcocho sin huevo de la Piru? Hay muchos factores que pueden hacer que la receta no salga bien a la primera… es normal. No os desaniméis. A mi me ha costado bastante tiempo llegar a conocer la textura que debe tener la masa y sobretodo conocer mi horno. Cada horno es diferente y es una de los factores más importantes en cualquier receta.

    Hace poco se me ocurrió una idea… una gran idea, por cierto (😂😂😂). Me puse a pensar a ver porque cuando hacía el bizcocho con leche vegetal no me salía tan increíble como cuando lo hacía con leche de vaca, cacaolat o yogur sin lactosa…. y no sé si tiene relación o no pero se me ocurrió que podría ser por el contenido en proteínas. Así que aprovechando que tenía en casa un paquete de Lean Protein de My Body Genius me decidí a probar a ver que pasaba…. la primera prueba salió fatal (😅😅)!! Pero la segunda quedó de escándalo y la tercera también así que confirmamos recetón!😉

    Al añadir este ingrediente a la receta se consigue una receta mucho más fácil de elaborar, que crece super bien dentro del horno dando como resultado un bizcocho super esponjoso, jugoso, que aguanta tierno sin congelar un par de días (como todos los bizcochos…), es un bizcocho que no se desmenuza y que nadie notará que es sin sin sin! Otras de las ventajas de usar Lean Protein de My Body Genius es que mejoramos el valor nutricional de nuestro bizcocho casero y además le aporta un toque de sabor (que puedes ir cambiando) espectacular!!!

    En esta receta también quería probar la nueva leche vegetal de Borges, la bebida vegetal de nueces (#5nuecesencadavaso) que me tiene obsesionada!! Está deliciosa fría o caliente! Si aún no la habéis probado no esperéis más y probarla hoy mismo!

    Vamos con la receta aunque no va tener muchos cambios respecto a la receta original que podéis consultar aquí

    INGREDIENTES:

    • 200 g harina de arroz
    • 100 h almidón de maíz
    • 20 g proteína (Lean Protein de My Body Genius
    • 2 sobres de levadura de repostería
    • 350 ml de bebida vegetal de nueces
    • 150 ml de aceite de oliva suave
    • 50-75 g de azúcar BC *
    • Ralladura de Naranja o limón
    • Más un chorrito adicional de leche vegetal para acabar de mezclar.

    * Ya sabéis que yo uso azúcar BC porque es lo que mejor me funciona en repostería y porque me parece la solución ideal para reducir al máximo el contenido en azúcar de mi dieta. El azúcar BC es mezcla de azúcar de caña y stevia. Gracias a esta mezcla permite poder usar la mitad de azúcar que se tendría que usar. Si no queréis usar azúcar BC podéis usar el doble de azúcar común y sino tenéis problemas con la fructosa o azúcar os recomiendo que pongáis la cantidad que queráis de azúcar pero mínimo 150g (mis postres son muy poco dulces para la gente «normal»).

    PREPARACIÓN:

    Como siempre os dejo las indicaciones para mi horno (mini horno, no es tan potente como un horno convencional) pero os recuerdo que debéis aprender como es vuestro horno. Seguramente la primera vez que lo hagáis os servirá para corregir tiempo o temperatura para la próxima vez.

    1. Poner el horno a precalentar. Yo, arriba y abajo a 200 grados.
    2. Mezclar por una parte la harina, el almidón, la proteína y la levadura.
    3. En otro recipiente ponemos la bebida vegetal, el aceite, el azúcar y la ralladura. Batimos bien con la batidora hasta que se mezcle todo bien y se haya disuelto el azúcar.
    4. Poco a poco vamos incorporando la mezcla de ingredientes secos batiendo bien entre cada adición para que se vaya incorporando todo correctamente. No añadir más cantidad hasta que no se haya homogeneizado bien la adición anterior. Continuar con este proceso hasta terminar la mezcla que habíamos preparado en el paso 1. Si la masa está muy muy espesa y no podemos batir podemos añadir un chorrito más de bebida vegetal pero sin pasarnos… si nos queda muy liquida no cuajará bien.
    5. Verter la masa en el molde. Podéis usar un molde circular o moldes individuales pero, teniendo en cuenta que los individuales necesitaran menos tiempo de cocción.
    6. Colocar un papel de aluminio para que no se haga costra por arriba y se le permita crecer todo lo que quiera. Debe quedar como una cueva (no pegado) para que al crecer la masa no toque el papel.
    7. Abrimos el horno y metemos el molde a una altura media o tirando hacia abajo. El tiempo total varía entre 30-35 minutos para los individuales y 45-50 para el molde completo. Aunque, a mi, siempre me gusta estar vigilándolo por si acaso ;). Es importante ir haciendo una rampa de temperatura de la siguiente manera: 5 minutos a la misma temperatura a la que hemos precalentado (yo, a 200ºC), bajamos 10 grados (yo, 190 ºC) y horneamos 10 minutos. Bajamos 10 grados más (yo, 180 ºC) y lo dejamos aquí hasta el final del horneado.

    El horneado es la parte más difícil de todas las recetas. Dependiendo del horno la temperatura y el tiempo pueden llegar a variar muchísimo!! Por eso os animo a conocer vuestro horno y a no desanimaros aunque os salga mal una vez o dos.. pensar que habéis hecho y añadir algún cambio la próxima vez.

    Piru consejos para decorar:

    Podéis preparar un crema de chocolate para inyectarla en el bizcocho una vez esta frío. En un cazo derretimos chocolate negro de cobertura y le añadimos leche de almendra sin azúcar o la leche vegetal o no que más os guste. Tiene que quedar con una textura que pueda ser cogida con una jeringa. Vamos llenando la jeringa e inyectaos el contenido dentro del bizcocho clavando la boca de la jeringa por la base del bizcocho repetidamente. También podéis cubrirlo con una fina capa de chocolate con leche sin lactosa y unas almendritas.

    Espero que os encante y que me contéis con que sabores de Lean Protein la habéis probado… Yo con el de tarta de queso y limón!

    Os dejo unas fotos para daros un poquito de envidia y par que os animéis a preparar la receta!

    El pase de diapositivas requiere JavaScript.